Lifschitz comienza a delinear su equipo

Por Darío H. Schueri,
desde Santa Fe.  
El economista rosarino Salvador Distéfano describió en un selecto desayuno para hombres de negocios servido en esta capital las perspectivas económicas para el año 2016, que suponen el oxímoron de entrar a salir de la “década ganada”, al menos en su faz asistencialista, con “sinceramientos” tarifarios y reacomodamiento impositivo, que pondrá al próximo Presidente de la Nación ante avatares que templarán su fortaleza política.

Distéfano deslizó una sentencia por demás sugerente: “el Papa Francisco será el garante de la transición”, que supone el próximo período gubernamental 2015-2019 donde, además de los reacomodamientos económicos, quien llega al Sillón de Rivadavia tendrá que devolverle un nuevo aire de reconciliación social.

Los sacudones que, a juicio de Distéfano, agitarán la economía nacional provocarán remezones en las Provincias cuyos mandatarios, debutantes o reelectos este año, deberán acoplarse a los vaivenes centrales.

El electo Gobernador santafesino Miguel Lifschitz, optimista por definición, augura cuatro años venideros positivos y con un gobierno central “más dialoguista, de puertas abiertas”. Tras haber participado poco antes de las elecciones de una reunión con el gabinete económico del Ministro Sciara, el Gobernador electo afirmó que Bonfatti le dejará una Provincia con las cuentas ordenadas, equilibrada presupuestariamente y preparada para lo que pueda ocurrir.

Durante la ácida campaña electoral la oposición pintaba un panorama diametralmente opuesto y altamente deficitario

Lifschitz ya les anticipó a sus socios radicales que los Ministerios de Obra Pública, Producción, y naturalmente Economía serán medulares en su gestión; mas allá de aplicar bisturí en las empresas prestadoras de servicios EPE y ASSA, a las cuales considera morosa ante sus clientes de “calidad, servicio y relación. Hay muchas quejas, reclamos y cuestionamientos” se quejó. Por lo pronto estudia transferir ASSA a las ciudades de Santa Fe y Rosario, mientras el Intendente de Rafaela Luis Castellanos también pidió hacerse cargo del servicio. ASSA presta servicios en 15 ciudades de la Provincia; en el resto de la geografía lo prestan cooperativas o las propias administraciones municipales y comunales.

¿Cómo delineará su equipo de colaboradores el nuevo Gobernador? Con el Presidente del radicalismo Mario Barletta se acordó que las conversaciones por el armado del gabinete ministerial serán a nivel institucional, “de Partido a Partido”; las tribus radicales se preparan para litigar internamente por esos espacios de poder.

Recién sobre el filo de este vacacional mes de Julio Lifschitz comenzará a puntear nombres con el radicalismo expectante, que en este turno gubernamental quiere aplicar la igualdad accionaria dentro del FPCyS que según ellos Binner y Bonfatti le retaceó a la hora de los armados ministeriales en el 2007 y el 2011.

El actual senador rosarino habría dado señales de mayor apertura que podría llegar hasta la cesión de la mitad del gabinete que algunos observadores radicales reducen a cuatro, “mas una o dos secretarías de Estado”. Lifschitz deberá definir primero con la “mesa chica” del socialismo (Bonfatti, Galassi, Di Pollina) cuántos casilleros le corresponden al socialismo en su futuro gabinete, para comenzar después el tire y afloje (“los radicales son muy tiempistas a la hora de negociar”, se sinceraba un operador socialista) con el radicalismo, que a su vez deberá pasar los espacios a negociar por el complicado tamiz interno con zarandas de distinto diámetro.

Tal como describíamos, sabido es que en el radicalismo coexisten distintas líneas políticas afianzadas tales como el M.A.R (Movimiento de Afirmación Radical) que lideran Santiago Mascheroni y Julián Galdeano; el Grupo Universidad de esta capital, hoy guiado por el reelecto intendente de Santa Fe José Corral. Pero además está en ciernes la consolidación del Grupo Interior, cohorte formada por senadores y diputados que confían en transformarse en un eje de poder importante dentro del Partido.

A ello se le agrega la Coalición Cívica de Pablo Javkin que no se sabe como cobrará políticamente por haber ayudado –junto a Hermes Binner- a la épica recuperación de la Municipalidad de Rosario tras el desastre de las Paso.

Peronismo con todo. PRO en reconstrucción

El peronismo está pasando por su epifanía política luego de las trascendentes elecciones provinciales; su nuevo líder Omar Perotti deja chico el tradicional salón de actos de la sede provincial de calle Crespo ante cada convocatoria. Hay “olor a sangre”, como les gusta definir a los peronistas que parecieran haber recupera el olfato por el poder.

Perotti solo piensa en llevar al Partido al triunfo en las generales nacionales del 25 de octubre, previo paso por las primarias del 9 de agosto en las cuales cree que hay que marcar la tendencia de Scioli Presidente. El candidato a Senador nacional confía en el coeficiente de arrastre mutuo en la tradicional boleta sábana. Y en el trabajo de una militancia reverdecida.

En la otra orilla, el Pro aún masculla la bronca por haber perdido las elecciones provinciales ganadas de antemano, y mientras se debate entre acusaciones cruzadas buscando personeros de la derrota, aún no delineó la campaña proselitista en Santa Fe de Macri Presidente. La estratégica elección en Capital Federal este domingo es verdad que demoró las reuniones sobre el tema, afirmaba el diputado provincial Federico Angelini, confirmado por Mauricio Macri como armador de la campaña presidencial en la Provincia de Santa Fe.

A todo esto, los circunstanciales aliados peronistas del Pro de Producción y Trabajo comenzaron el largo camino de regreso a la casa partidaria; “nos salió todo al revés, cómo íbamos a imaginar este escenario cuando nos alineamos con Del Sel”, se lamentaba un conspicuo y leal dirigente del sector, que ahora imagina el purgatorio por el que deberán pasar antes de ser indultados por el peronismo. Por lo pronto, trabajarán desde su lugar para las candidaturas de los compañeros Daniel Scioli y Omar Perotti.

Cien por Ciento en reconstrucción

El novel Partido de Oscar “Cachi” Martínez también deberá barajar y dar de nuevo tras la decadente actuación electoral provincial que los dejó sin representación parlamentaria en el Concejo municipal santafesino y la legislatura.

Por lo pronto, Martínez está en el sexto lugar de la lista federal de UNA de representantes ante el Parlasur. “Cachi” Martínez no está dispuesto a rifar así nomás los 70 mil votos conseguidos en la más absoluta soledad el 14 de junio. Sus seguidores piensan que si el peronismo aspira a pelear la gobernación en el 2019 todos los votos serán bienvenidos.

La transición hacia el 10 de diciembre en el orden provincial encuentra al FPCyS discutiendo espacios de poder. Y a la oposición, cómo la selección nacional de fútbol, mirando con renovadas expectativas el futuro a cuatro años.

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