Así lo dispuso la jueza penal interviniente, Mariel Minetti, al hacer lugar al pedido de prisión preventiva sin plazo planteado por Fiscalía que reunió evidencias suficientes para el dictado de la medida.
Aunque no surgieron mayores detalles, fuentes de la investigación confirmaron a LaCapital que el incriminado, identificado como Gerardo R., fue imputado por el delito de abuso gravemente ultrajante agravado por el vínculo. Además de informes médicos y psicológicos se sumaron una serie de elementos probatorios que fueron secuestrados en un allanamiento realizado en el domicilio del imputado y comprometieron más su situación.
Al parecer el nene venía padeciendo desde hacía tiempo el sometimiento que terminó revelando cuando comenzó a recibir atención psicológica luego de manifestar un comportamiento extraño. Tras ello, su progenitora motorizó la denuncia que recaló en el Ministerio Público de la Acusación de Casilda y posibilitó, investigación mediante, la aprensión del acusado.
Prudencia. El caso generó conmoción en la pequeña localidad de Villa Mugueta aunque, por cuestiones de prudencia y para preservar los derechos de la víctima, desde la esfera judicial no surgieron pormenores excepto lo ventilado en la audiencia imputativa donde el presunto abusador escuchó los cargos achacados en su contra y se abstuvo de declarar.
El imputado es una persona conocida en el pueblo ya que trabaja en la Cooperativa de Energía Eléctrica local, por lo que su detención, lejos de pasar desapercibida, al igual que el delito del que es acusado, corrió como reguero del pólvora entre los pobladores que aún no salen del asombro.
La víctima continúa con asistencia psicológica y trascendió que, en el marco del proceso de la investigación se requerirá que el menor se exprese en una cámara Gesell, a fin de obtener detalles y que sus dichos sean evaluados por especialistas.
Allanamiento. La investigación requirió, entre otras diligencias, la requisa de la vivienda del presunto abusador. |
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