El relato, la épica y Batman

Por Salvador Di Stefano.  
El gobierno actúa para reforzar la épica y sostener el relato. En el mientras tanto, la economía real se desacelera a mayor velocidad. Junio termina mal, y la negociación externa en veremos. Los que tengan espaldas, compren en la baja, no les irá tan mal.

El gobierno argentino buscó la forma más rebuscada de negociar con lo bonistas en litigio. Argentina pagará los vencimientos de deuda, pero no se propone negociar la deuda que se convalidó en el juzgado de Thomas Griesa. Luego de 12 años de litigio, Argentina solicita tiempo para negociar. Los bonistas procederían a embargar lo que los pondría como los malos de la película, mientras Argentina compra tiempo, y no cobra nadie.

En este escenario, el país ingresa en otra tediosa negociación, en donde lo único que realiza es: un aporte más a la confusión general.

Lo más claro, es que los bonistas en litigio algún día cobrarán. Argentina, algún día pagará, ya que no puede vivir eternamente con este problema. Mientras esto sucede, la incertidumbre general llevará a que la actividad económica descienda notablemente en el país.

El mercado financiero está muy complicado. Los bancos tienen tasas máximas para vender sus productos, en este contexto de negocios no pueden fijar el precio de la tasa de interés de plazo fijo, por carácter transitivo, dicha tasa también tiene un precio máximo, cuyo techo es el 27% anual, que es el precio de la tasa a la que se financia el gobierno.

Los bancos no pagan más del 24% anual para un plazo fijo importante, lo tomás o lo dejás, por eso los bancos ven perder los depósitos en ventanilla.

Mucho de este dinero pulula por el mercado en busca de un rendimiento mayor. Con el precio máximo a las tasas lo único que se logró es que los bancos hicieran menos negocios, se le dio volumen al mercado del blue, y se consolidó un precio por encima de $ 12 para el dólar informal.

La bolsa muestra un comportamiento muy volátil. El mercado accionario venía de una gran suba, hace una semana atrás operó el vencimiento del mercado de futuros y opciones, esto dio lugar a una fuerte liquidación de posiciones en el mercado, que arrastró al índice Merval a una importante baja. Con las noticias que hay sobre la mesa, lejos de incentivar la compra de activos financieros estamos espantando a los inversores. La baja de volumen, y la alta incertidumbre, podrían precipitar una nueva baja.

En el mercado de bonos sucede algo parecido, muchos inversores compraron bonos con el fin de atesorar un ahorro a futuro. En la actualidad, observan nerviosos el escenario económico, muchos se apresuran a vender, perdiendo de vista que están perdiendo una inversión que a futuro será muy rentable.

Argentina no puede dejar de pagar la deuda y no acordar con los bonistas en litigio, el país necesita cerca de U$S 10.000 millones para terminar entero el año, sin dicho financiamiento el escenario económico será lúgubre, imposible no arreglar este lío en que se metió.

Seguramente, la sucesión de noticias llevarán intranquilidad a algunos, y adrenalina a otros. Toda baja será una oportunidad de compra, ya que de largo plazo nadie se suicida, máxime cuando faltan 16 meses para las elecciones presidenciales.

No ahondaremos en lo barato que están los bonos, o la gran oportunidad de compra que son algunas acciones. Mientras todo esto sucede y derramamos litros de tinta en especulaciones ligadas a la negociación de la deuda de nuestro país, en la economía cotidiana las ventas son muy bajas, el invierno dejó a la mayoría de los argentinos en casa. El mundial, lejos de traer negocios, en muchos casos los espantó. Para julio llega el aguinaldo, y muchos trabajadores observarán con horror lo que tendrán que pagar de impuesto a las ganancias, dejándolos, una vez más, con las manos vacías.

Los precios, lejos de ceder, se actualizan a un ritmo del 2% mensual, el dólar oficial sigue muy bajo, la soja está en caída y los inversores están muy desanimados.

Serán meses de transición económica, el gobierno no mira las implicancias políticas y los estados de ánimo, porque estamos lejos de las elecciones. Envuelto en una Bandera Argentina, sale a enfrentar a los capitales del mundo, cuando en lo cotidiano, los costos y gastos se colocan por encima de las ventas.

Conclusión.

- Toda baja en el mercado de acciones y bonos será una oportunidad de compra.

- Las tasas de interés no están a la altura de las circunstancias, porque el mercado financiero está intervenido con precios máximos para las tasas de interés activas.

- El dólar oficial está congelado, y no ayuda que las exportaciones crezcan y lleguen más dólares al país. Las importaciones están pisadas, y esto también resta negocios.

- El dólar blue consolidó un piso en torno de 12, y sale buscar un nuevo máximo encima de 13.

- La gran incógnita será en cuánto quedarán las reservas después del pago de bonos. ¿Cuánto dinero emitirá el Banco Central para financiar al Estado? ¿Cuánto demorará el acuerdo con los bonistas en litigio? Incógnitas que son un gran aporte a la confusión general.

- El gobierno, en este escenario, actúa como un superhéroe, y pretende mostrarse como Batman, ojala no termine como Robin.

Salvador Di Stefano. Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo. Publicado en www.salvadordistefano.com.ar.

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