El sábado en entrenamientos la contundencia de Iván fue impactante. Con piso mojado, logró el mejor registro en las dos salidas a pista, y era el favorito para la pole position. Las diversas condiciones de pista lo perjudicaron a la hora de clasificar, y quedó octavo entre los 44 inscriptos.
La situación para el domingo denotaba que iba a ser uno de los principales protagonistas de la fecha, pero en la serie se dilapidó el enorme esfuerzo del Saturni Racing, equipo afincado en Bigand y que con mucho esfuerzo llegó a poner en pista una máquina como para pelear nuevamente en los primeros lugares.
A la hora de largar tercero en la segunda batería, el domingo por la mañana, se rompió la caja y se sufrió un tempranero abandono, que generó mucha bronca. Tras definir correr la final, desde el final de la grilla y colocando una caja nueva, el rendimiento fue muy bueno otra vez y llegó a superar muchísimos rivales, hasta que una maniobra con un rival lo retrasó y culminó 18º.
“Estoy muy amargado porque teníamos un auto bárbaro, me tenía mucha fe y me voy muy caliente. Un engranaje de la caja de cambios me vino fallado y me rompió la caja cuando iba a largar la serie. Estábamos para ganar la carrera este fin de semana y nos vamos con las manos vacías. Encima estábamos remontando y me pegaron, porque sino llegábamos entre los diez mejores. Trabajamos muchísimo y no merecemos este resultado”, manifestó el piloto de Bigand, tras ver el sacrificio sin premio.
La próxima fecha será el fin de semana del 14 de septiembre en la provincia de Mendoza, en el autódromo General San Martín.
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