Bonfatti utilizó su bala de plata contra la inseguridad

Por Darío H. Schueri,
desde Santa Fe.  
Con el nombramiento como Secretario de Seguridad (o Vice Ministro en ejercicio) del galardonado internacionalmente Comandante General de la Gendarmería Nacional (retirado) Gerardo Chaumont en pleno Salón Blanco de Casa de Gobierno, el Gobernador Antonio Bonfatti utilizó la bala de plata de la recámara para combatir el delito.

Cuando juró como Ministro de Seguridad el hasta ese momento diputado Raúl Lamberto, decíamos en estas mismas páginas que nadie -y mucho menos la Policía– se confunda: Lamberto no estaba destinado a ser fusible de ninguna confabulación político-policial o judicial.

Y así fue; el “Pato”, como domésticamente lo reconocen sus amigos y conocidos al Ministro Lamberto, soportó ocho amenazas de muerte, decenas de operaciones en su contra y hasta un alzamiento policial. Y sigue en su puesto. El fusible que saltó en una línea de alta tensión recalentada por el delito y la violencia fue su joven segundo, el abogado criminalista Matías Drivet a quien Bonfatti le agradeció la tarea técnica realizada y por realizar porque Drivet seguirá en el gobierno, para llevar adelante los cambios  a que está siendo sometida la fuerza policial “que generan resistencia”, admitió el Gobernador. La lucha contra el delito, el narcotráfico y las crecientes sospechas sociales de corruptela policial necesitaba que la humanidad de Lamberto descansara en alguien con manejo de tropa y conocimiento de los códigos de una organización policíaca. Así fue como apareció en escena desde Buenos Aires el Comandante Chaumont y su impresionante foja de servicios.

Ante la siempre intimidante (por lo visto hasta ahora no para los delincuentes) plana mayor de la policía santafesina, cuyos altos mandos –dicen– se alegraron por el nombramiento de Chaumont, el Gobernador Bonfatti hizo notar que el acto de nombramiento del flamante Secretario se llevaba a cabo en el Salón Blanco de Casa de Gobierno (lugar de jura de Ministros y Secretarios de Estado) para “darle entidad y trascendencia a la lucha contra el delito”, a la que definió como una “epidemia que creció en el país”. “Vivimos en una sociedad violenta”, acotó el Primer Mandatario, quien apuntó a un trabajo coordinado entre la fuerza policial y el poder político para atacar el problema social desde sus raíces “procurando que la gente tenga acceso a derechos como la salud, escolaridad, vivienda, trabajo”.

Bonfatti habló de la “firmeza del gobierno para abordar el delito” ante un auditorio colmado por funcionarios del gobierno, policías y un par de legisladores del oficialismo  junto al intendente de Santa Fe José Corral, quien asintió con la cabeza cada uno de los conceptos del Gobernador.

Corral tomó la insólita medida de clausurar la venta de armas y municiones en esta capital por 90 días, encontrándose en los operativos junto al Renar con infinidad de irregularidades (que bien podrían haberse detectado antes) hasta el punto de que en una armería del Norte de la ciudad se denunció ante la justicia el retiro de una gran cantidad de armas por parte de un comisario.

Chaumont, que mantuvo durante el acto gesto adusto y de notable preocupación, deberá devolverle a la población la “sensación de seguridad”, que deviene básicamente en que los vecinos puedan desarrollar su vida cotidiana sin el miedo a ser víctimas del delito, custodiados por una policía en la que confíe, y no por la que tenga recelos. Pero básicamente que los delincuentes sepan que con el rigor de la Ley deberán ser ellos los que teman.

Por estas horas, el sindicato policial no reconocido Apropol anda amagando en las redes sociales nuevamente con acciones insurrectas. Teléfono para Chaumont, quien ya antes de ser puesto en funciones fue epicentro de una operación política de desacreditación a través del mismo matutino porteño y su edición rosarina que supo difundir por ejemplo escuchas entre narcos, que luego fueron utilizadas por legisladores de la oposición para cargar duramente contra el gobernador santafesino.

Tenía su razón de ser el rostro de preocupación de Chaumont. No vaya a ser cosa que deje en territorio santafesino todos los galardones con los que jalonó su brillante carrera.

Publicar un comentario

0 Comentarios