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Por Salvador Di Stefano. |
Alejandro Vanoli es el nuevo presidente del Banco Central. En su primer día de trabajo, vendió dólares, bajó el tipo de cambio oficial, salió al mercado a vender letras que tenía en cartera y dólares a futuro en el mercado del Rofex. Claramente dio una señal, no se bancará tasas a la suba, no devaluará y aplicará una dura lucha contra las transacciones de dólar blue.
En los próximos días veremos cómo se maneja. La primera prueba de fuego la tendrá que enfrentar el martes próximo, cuando el Banco Central lleve adelante su tradicional colocación de letras en el mercado. Sabremos qué tasa desea pagar, y si se someterá a nuevas licitaciones, o bien absorberá pesos vía incremento de encajes a las entidades financieras.
¿Qué son los encajes?
Los bancos deben guardar un 18% de lo que reciben como depósitos en el Banco Central, esto le quita capacidad prestable, pero es una medida prudencial generalmente aceptada en el mundo financiero. Si el Banco Central decidiera subir los encajes un 9% adicional, estaría sacando del mercado unos $ 40.000 millones. De esta forma, no tendría que salir a retirar pesos vía la colocación de letras, y podría descomprimir la suba de tasas. La consecuencia sería menos financiamiento al sector privado, y a mayor tasa de interés. En el momento que más se necesita el crédito, estaría escaseando y encareciéndose.
En líneas generales, Alejandro Vanoli se caracterizará, por ser un presidente del Banco Central que apueste sus fichas a la pesificación, intervención y control estricto sobre los operadores que quieran operar el dólar en el mercado negro.
A nuestro juicio, no hay que mirar a Alejandro Vanoli. Deberíamos mirar con más atención al ministro de economía Axel Kicillof. Nuestra impresión es que el déficit fiscal seguirá en el escenario económico, y que el gobierno difícilmente pueda financiarlo en forma genuina. Por ende, el tesoro requerirá pesos, que deberá emitir el Banco Central.
El gran desafío es cómo se manejará el gobierno, en un escenario de dólares escasos, abundancia de pesos, caída en la producción y suba de precios. El ministro cree en las expectativas, nosotros en los hechos reales.
El mercado está observando un aluvión de pesos que se emiten cotidianamente. Al 31 de diciembre de 2013 la base monetaria ascendía a $ 377.196 millones y el endeudamiento se ubicaba en $ 100.613. De esta forma la base monetaria amplia ascendía a $ 477.809 millones.
Al 19 de septiembre, la base monetaria ascendía a $ 409.835 millones y el endeudamiento se ubicaba en $ 237.248 millones. De esta forma la base monetaria amplia ascendía a $ 621.670 millones.
Entre fines del año 2013 y la actualidad la base monetaria amplia subió en $ 143.861 millones, producto del fuerte endeudamiento del Banco Central. Esto lo coloca a Alejandro Vanoli en situación de desventaja frente al mercado, ya que la deuda del Banco Central está en niveles críticos.
Las reservas del Banco Central ascienden a U$S 28.224 millones, a un tipo de cambio de 8,46 suman en $ 238.775 millones. Mientras que la deuda del Banco Central se ubica en los $ 237.248 millones. Claramente, lo que tiene en el activo lo debe. Por lo tanto, el nuevo presidente del Banco Central, tendrá que salir a buscar más dólares, bajar el endeudamiento o subir el tipo de cambio. Como esto último no lo quiere hacer, y nadie trae un dólar al país, lo más probable es que el gobierno deje de endeudarse y pase a una apolítica de suba de encajes, que será muy perjudicial para la actividad productiva.
Por estas razones, la bolsa se desploma a la baja, las empresas tendrán que enfrentar un periodo de iliquidez, mayores costos financieros, caída de ventas y rentabilidad.
Los títulos públicos caen, ante el cepo que pretende colocar el gobierno a la operatoria de hacerse de dólares mediante operaciones de bolsa, con la compra de títulos públicos en pesos y posterior venta en dólares.
En este escenario de tasas que se colocan por debajo de la tasa de inflación, acciones y bonos en baja, los inversores se refugian en el billete americano, y diversifican en otros tipos de activos como pueden ser las propiedades, o mayor compra de bienes de cambios en sus negocios, o compra de artículos electrodomésticos en 12 cuotas sin interés.
Conclusiones
- El presidente del Banco Central puede poner el mayor empeño en el trabajo cotidiano, la táctica es suya, la estrategia de Kicillof. Vamos a una economía con mayor intervención, sin devaluación del dólar oficial, menos financiamiento y bancos en su peor momento de rentabilidad.
- La bolsa bajó más de 15% en dos días, los títulos públicos se desplomaron, señales inequívocas que el mercado observa un cambio, que no es favorable para el mundo inversor, porque los activos financieros lejos de subir, caen estrepitosamente.
- Se puede presionar para que se realicen escasas operaciones con el dólar blue, pero el problema no es el flujo, es el stock ahorrado por los argentinos. La sola mención del valor del dólar en el mercado marginal, es lo que determina el movimiento del stock ahorrado por muchos inversores. Tenemos una cultura de ahorro en dólares, nuestros padres no se equivocaron cuando lo eligieron como cobertura. Desde el año 2010 a la fecha, el dólar pasó de $ 4 a $ 16. Desde el año 2001 a la fecha de $ 1 a $ 16. No hay dudas que el dólar protege.
- Intervenir es comenzar con el pie izquierdo. Ninguna persona puede oponerse a la fuerza del mercado. Daría la impresión que en el Ministerio de Economía confundieron el diagnóstico. No es cerrar la economía, enredarse en conspiraciones y abusar con leyes que generan incertidumbre. Esto empuja a más dólar blue, y menos transparencia.
- La Argentina necesita abrirse al mundo, no hacemos todos los activos que necesitamos, vivir con lo nuestro es el pasado, los argentinos quieren ahorrar en lo que se les de la gana, no en la partitura o el menú que le imponga Vanoli o Kicillof.
- No pierda el ánimo, el mercado seguirá bajista, falta un día menos para que nos recuperemos, no sabemos cuándo, lo que está claro es que el fracaso de estas políticas está a la vuelta de la esquina. Protéjase en el activo que usted y yo conocemos, ese que está prohibido, y que ya no se puede nombrar. Para el fin de semana le recomiendo escuchar la canción que escribió Federico Garcia Lorca y José Ortega Heredia, Verde que te quiero verde de Raimundo Wagner. Nos vemos en el cumple de 18, ya estamos a un paso de sacar la licencia, no sé si me explico.
Salvador Di Stefano. Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo. Publicado en www.salvadordistefano.com.ar
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