Tras la reunión, Cantero detalló que se aprobó “un protocolo mínimo para regir los planes jurisdiccionales en todo el país, a partir del cual cada provincia va a elaborar un plan que esté en consonancia con los criterios que son de aplicación obligatoria para todo el territorio nacional en un dispositivo de vuelta a clases presenciales”.
En paralelo, la ministra precisó que el protocolo establece criterios sanitarios a la hora de habitar los espacios escolares, nuevos dispositivos pedagógicos, actividades preparatorias de difusión, concientización y capacitación para todo el personal escolar, además de protocolos de traslados, para ingreso y egreso de alumnos.
También se acordó que todos los estudiantes, a partir de primer grado, deberán usar tapaboca, habrá un distanciamiento social obligatorio de 1,5 metros, sin excepción, y no se podrán hacer actos, reuniones ni eventos, y, en el caso de confirmarse un caso positivo dentro de la escuela, se cerrará el establecimiento por un día para una exhaustiva desinfección.
Si bien no se precisaron fechas, Cantero anticipó que el retorno será en pequeños grupos, y se trabajará con un régimen de alternancia, en los cuales habrá días de clase presencial y otros de tareas en casa. En cuanto al personal docente, preferentemente usarán máscara y tapabocas.
ESCUELAS RURALES Y GRUPOS PRIORITARIOS
Finalmente, Cantero pronosticó que en agosto se analizará la situación epidemiológica, y si las condiciones están dadas, comenzaría la primera etapa de capacitación y difusión.
“Después, nosotros pensamos empezar las clases con grupos prioritarios, que serían la ruralidad, que ha estado con mayores dificultades de conectividad, y también los séptimos, los quintos año, y los primeros grados, con un período más de intensificación pedagógica de los grupos prioritarios y, posteriormente, en un sistema de alternancia, los demás grupos”, analizó.
De esta manera, si en los meses de agosto o septiembre “todo está bien en Santa Fe”, podría “comenzar la vuelta a clases”.
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