Entre el pragmatismo y el relato

Por Salvador Di Stefano.  
Mientras todos esperábamos un acuerdo, el gobierno privilegia el relato. En esta nota, consecuencias de acordar o caer en default.

Los mercados están en franco descenso, la Argentina debería estar negociando en el juzgado de Thomas Griesa, sin embargo, se anota en todos los mítines políticos para despotricar en contra de quienes la están demandando. A prima facie, nadie cree que esta militancia en contra de los fondos denominados buitres por el gobierno, se realice para pagar, más bien es una presión para obtener más beneficios o justificar la cesación de pagos en que caeremos a partir del 30 de julio próximo.

El escenario es claro. Argentina perdió los juicios contra los bonistas en el juzgado de Griesa. La suma de toda la deuda ascendería a U$S 15.000 millones. No puede pagar en el año 2014, porque automáticamente dispararía juicios de los bonistas que entraron al canje de los años 2005 y 2010, y ven hoy un mayor beneficio con este acuerdo.

Los bonistas que litigan contra el país, estarían de acuerdo en cobrar en el año 2015, y con un bono al año 2028.

La Argentina solicita que el juzgado restablezca la medida cautelar que le permite pagar a los bonistas que ingresaron en el canje y tengan títulos bajo ley extranjera.

Los bonistas podrían acceder a este pedido, pero necesitan que Argentina ponga una garantía para que el acuerdo sea creíble.

Hasta aquí todo parece razonable, pero las órdenes del poder ejecutivo argentino son muy cambiantes, al igual que su confuso discurso.

La presidenta dice que no caerá en cesación de pagos porque ya pagó, lo que no dice es que no acordó cómo levantar el juicio que mantiene con los bonistas en litigio. Detrás de este juego de palabras se esconde la verdadera intención del gobierno, que por supuesto, nosotros desconocemos. Acordará o no acordará.

Al momento de escribir estas líneas los mercados están descontando que Argentina no acordará en el juzgado de Thomas Griesa y vamos a un default de la deuda pública.

A partir de esta acción, han comenzado a utilizarse distintas terminologías para reflejarlo, desde default táctico, estratégico o como quieran llamarle, la verdad es que caer en default significa, ni más ni menos que, “default” con todas las implicancias negativas que tiene en la economía real.

Cerrar el juicio de la deuda pública sería muy bueno para el país. En el año 2002 se declaró la cesación de pagos, con el aplauso de pie de todas las bancadas del congreso. Entre los años 2005 y 2010 se arregló el 93% de la deuda. Lamentablemente, fruto de los errores en la redacción del canje, el 7% de los bonistas encontró resquicios jurídicos para hacernos juicios y ganarlos en las instancias acordadas en la letra de los bonos emitidos. Pagar, 12 años más tarde, el 7% de la deuda en cesación de pagos, con bonos a 14 años de plazo, lejos de ser una derrota, es parte de una dura negociación que el país debe cerrar de una vez por todas. Nos parece injusto que un 7% de tenedores de bonos le saque diferencias al 93% restante, pero así son las leyes, y los tribunales que supimos reconocer en los 90, cuando se emitió la deuda en litigio.

¿Qué sucede si Argentina acuerda con los bonistas?

El país estaría recuperando el crédito internacional en lo inmediato. Podría colocarse deuda por un total de U$S 5.000 millones, y destrabarse créditos de organismos financieros internacionales. Las provincias tendrían un mejor acceso al financiamiento internacional, al igual que las empresas privadas. La economía real sentiría una mejora en el segundo semestre, aunque difícilmente pasemos a un escenario de holgura económica. El dólar oficial tendría una devaluación, pero la brecha con el dólar blue podría achicarse.

¿Qué sucede si Argentina no acuerda con los bonistas?

- El país no recuperaría el crédito internacional, sería un capítulo más de vivir con lo nuestro. Muchas importaciones quedarían sin ingresar por falta de dólares, las exportaciones condicionarían las importaciones, y la actividad económica volvería a mostrar una recaída importante. Sin financiamiento, el Estado debería financiarse vía emisión monetaria, y las reservas podrían declinar un escalón, esto traería como correlato una devaluación del peso, y una mayor brecha entre el dólar oficial y el blue.

Conclusiones

- En uno u otro caso, la devaluación del peso es indispensable, se necesita un tipo de cambio oficial mucho más alto, para mejorar la competitividad de la economía, en especial sentar las bases para que la próxima campaña de soja y maíz sea un éxito. Como una mejora en el tipo de cambio para la industria.

- El dólar blue tendría una brecha mucho menor, si acordamos en el tribunal de Thomas Griesa, ya que no ingresaríamos en default. Esto traería aparejada una mayor inversión en la economía. Caso contrario, viviríamos una profundización de la crisis, con un incremento en la brecha dólar oficial versus dólar blue.

- El Boden 2015 vale $ 990, si tomamos un dólar blue de 12,50, con ese mismo dinero compraríamos U$S 79. Si compramos el Boden 2015, entre hoy y el 4 de octubre de 2015 recibiríamos U$S 110,50, es decir, ganaríamos U$S 31,50 en apenas 15 meses. Volvemos a decir lo que mencionamos hace 21 días atrás, ¿Por qué no hay cola para comprar un título que deja tanta rentabilidad? Claramente, los inversores están más cerca de pensar que Argentina va al default. No obstante aclaramos, que el país pagará estos títulos ingresando o no al default, pero seguramente su precio a corto plazo podría ser mucho más bajo.

- Las acciones ya está bajando, y un default las colocaría un 10% por debajo de los valores actuales.

- La tasa de plazo fijo está controlada por el BCRA, por ende no veremos variaciones significativas, el plazo fijo no es un buen negocio en este escenario, la tasa no supera el 24% anual, que es la inflación esperada a 12 meses.

- Mucha incertidumbre, y pocas alternativas de inversión hace que el escenario financiero sea muy parecido al de finales de 2013. Esperemos que Argentina no caiga en default, sería el octavo de su historia y nos pondría en las marquesinas de los periódicos mundiales, y no como un ejemplo precisamente.

Salvador Di Stefano. Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo. Publicado en www.salvadordistefano.com.ar

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