La liebre (el Blue) y la tortuga (el oficial)

Por Salvador Di Stefano.  
El dólar oficial corre al ritmo de una tortuga, el blue es una liebre. El gobierno no encuentra forma de detener la incertidumbre. Imprevisibilidad sobre los próximos pasos a tomar.

El gobierno volvió a cometer el error de dudar, que es lo peor que puede suceder en economía. Primero bajo la tasa de interés, después la subió. Primero liberó pesos al mercado, ahora los está absorbiendo. La reforma que implementó en el sistema financiero para ponerle un techo a la tasa de interés, fue un horror, se quedó sin la herramienta para poder detener la suba del dólar blue. Lo que dice el manual termina sucediendo, si el ahorrista no tiene buenas opciones de inversión, vuelve al viejo amor.

Con tasas de interés de plazo fijo en baja, los inversores optaron por salir de estas colocaciones para posicionarse en dólares, que fueron adquiridos a través de la bolsa. Esto derivó en una suba de las cotizaciones en pesos de los títulos públicos, sin que logren alterar el movimiento de las cotizaciones en dólares. Esto invitó a comprar dólares a través de la bolsa, que cuesta muy parecido al dólar blue.

En el mercado marginal, los volúmenes transados no son relevantes. Estimaciones confiables hablan de una negociación de U$S 10 millones por día en el mercado del blue. No parece significativa la transacción, pero muy relevante el precio que está poblando las portadas de los diarios.

El dólar blue está próximo a llegar a $ 15 y la brecha con el dólar oficial asciende al 72%.

¿Qué dice el manual?

Cuando el dólar blue llega a una brecha de esta magnitud el mercado se paraliza. Nadie quiere transar activos ante el temor de cometer un error, quedar expuesto en pesos, y que en el ínterin sobrevenga una devaluación del dólar oficial, como la que sucedió en el mes de enero pasado.

Los exportadores demoran la liquidación de divisas, los importadores se apuran a comprar (con la consecuente negativa del gobierno), en la economía se desea fijar precios en pesos, pero los distintos actores de mercado se niegan a realizarlo. Los empresarios cuidan más sus stocks que sus ventas, nadie se quiere desprender de la soja o maíz acopiado, pero lo mismo le sucede a los que acopian madera, papel, plástico o hierro.

La economía va a una gran desaceleración, ya no se necesitan tantos puestos de trabajo, para administrar un negocio, que solo tiene como mira llegar al cambio de gobierno, el año próximo, de pie.

Los datos de consumo son claros y precisos, la economía se está desacelerando. Esto traerá aparejado menos dinero para todos. El gobierno tendrá más déficit fiscal, y la emisión necesariamente deberá ser más elevada, ya que carecemos de crédito interno y externo.

Es tan grave la crisis de ventas, que ya nos olvidamos de Guillermo Moreno, otrora el causante de estos desaciertos, poco se habla del juicio de los fondos buitres, y las miradas están puestas en ver cómo se llega a fin de mes, no contar en cartera con cheques que terminen rebotando en el banco, y tratar de que no se haga costumbre convocar a un paro.

Es cierto que los trabajadores tienen ganado este derecho, no es menos cierto que las ventas están muy caídas, un día con las persianas bajas es difícil de recuperar en este escenario. Ese día no te lo devuelve nadie, el dueño del local que alquilás te lo cobra, el banco si estás en rojo te lo cobra, y tu empelado te reclamará el salario como lo indica la ley, los primeros días del mes. Aunque parezca raro, el paro nos perjudica a todos, incluido el trabajador.

Conclusiones

- El dólar blue corre como una liebre, pero está próximo a tomarse un descanso, no tiene sentido comprarlo a estos niveles de precio.

- El dólar oficial está un regalo. Salga a comprar todo lo que esté relacionado con el dólar oficial. Viajes al exterior, motos, autos o departamentos. Es momento de comprar activos.

- Los que tengan negocios, es buen momento para acopiar mercadería, el escenario inflacionario será muy elevado para los meses de septiembre a diciembre, son 4 meses en donde la inflación podría ubicarse en torno del 12% al 15%.

- Con tanta inflación por delante, no tiene sentido tener un plazo fijo. Salvo que le paguen más del 30% anual.

- Las acciones suben porque están copiando el recorrido del blue, a estos precios ya están muy elevadas. No son aptas para cardíacos, aunque debemos reconocer que dejaron una utilidad muy importante, ya que están descontando una eventual devaluación del dólar oficial.

- Los bonos, en especial el Bonar 2024 están regalados, pero la imprevisibilidad que le pone la presidenta a la economía, hacen empalidecer su rendimiento.

- Ánimo, en las crisis siempre hay oportunidades. Hay autos que volvieron a valer menos de U$S 10.000 blue, propiedades en pozo que valen menos de U$S 1.300 el metro cuadrado. Viajar al exterior sigue siendo una opción, vendés el blue a 14,50, comprás el pasaje a 8,42 y el impuesto lo descontás de ganancias el año que viene. Los negocios hay que cerrarlos, y son buenos cuando hay imprevisibilidad. Nada es fácil en esta coyuntura, quedarse cruzado de brazos no es una buena opción, máxime cuando la liebre corre más rápido que la tortuga, y la semana que viene tiene su cumple de 15.

Salvador Di Stefano. Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo. Publicado en www.salvadordistefano.com.ar

Publicar un comentario

0 Comentarios