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Por Darío H. Schueri, desde Santa Fe. |
El gobierno reprochó que “de manera maliciosa intentan instalar la idea de fraude donde hubo desprolijidades de autoridades de mesa, circunstancias que habrá que ajustar”.
En verdad las “desprolijidades” a las que se refieren los funcionarios en la confección de los telegramas por parte de las autoridades de mesa, fueron lisa y llanamente galimatías imposibles de interpretar por los operadores del data center que cargaron los resultados enviados en el sistema. Casilleros tachados y escritos simultáneamente; candidatos con cero votos, votos colocados en otra línea distinta a la de la fuerza política supuestamente favorecida. Y otras tantas animaladas que verdaderamente hacen pensar en una tremenda irresponsabilidad de muchísimas autoridades de mesa que el domingo actuaron con total desconocimiento del sistema. Y fiscales que avalaron.
En el gobierno admiten también que fue un error incluir (ya desde las elecciones anteriores) la categoría “votos no consignados” que abusivamente utilizaron quienes confeccionaron los telegramas ante dudas que podrían haberse resuelto en las mismas mesas de votación a la hora del escrutinio provisorio. Una vez llegados los telegramas al data center, los operadores tampoco los consignaron hacia alguna fuerza partidaria.
El otro gran error, rayano en la barrabasada fue cerrar el escrutinio provisorio consignando el 100% de las mesas como “escrutadas” cuando en realidad eran “informadas”, y con severas desprolijidades en la confección de los telegramas o, como lo consigna el gobierno, con muchísimos telegramas sin recibir porque quizás, por error de las autoridades de mesa, fueron puestos dentro de las urnas.
Evidentemente, el gobierno junto al Tribunal Electoral deberán afinar, y mucho, el tema de las autoridades de mesa, y no convocar gente “al voleo” y con dudosa preparación para las elecciones generales del 14 de junio. Quizás recurrir nuevamente a los docentes, estudiantes universitarios de derecho avanzados, empleados públicos. O asegurarse de que los cursos previos no sean “on line”, sino presenciales y con certificado. Y aumentar la paga.
El abogado constitucionalista de esta capital Domingo Rondina señaló que “lo que está pasando en Santa Fe no es un fraude, no debemos agitar eso; es una enorme desprolijidad operativa de alguien incapaz. Nada parece indicar que haya fraude realizado o preparado en Santa Fe, gritar fraude es debilitar la institución electoral que tiene la gente”.
Rondina resaltó que “el documento electoral decisivo, constitucional, es el acta que los fiscales tienen en sus manos, firmada por el presidente en cada mesa”. Lo que pasa es que los telegramas de las mesas hacia el TEP se han cargado mal, desprolijamente, y salteando los que no eran claros”; y agregó que “pese a ello se puso en la web que se habían escrutado el 100% de las mesas por el solo hecho de haber cargado la existencia de las mismas”.
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