El dólar dejo de ser opción

Por Salvador Di Stefano.  
Los tiempos y gobiernos cambian, los problemas quedan.

En nuestro país se dieron una serie de eventos que marcan un futuro de tipo de cambio bajo, preferencia por el peso, y fuerte aumento de acciones y propiedades.

1) La soja, en un corto periodo de tiempo, pasó de cotizar en torno de los U$S 220 en el país, a cotizar en los U$S 300. El cambio de clima en los mercados de materia prima fue espectacular.

2) El gobierno argentino consiguió destrabar el pleito con los fondos buitres, capturó U$S 16.700 millones, para saldar la deuda, y traer dinero fresco. Tomó de los mercados mundiales U$S 5.000 millones para incrementar reservas. Las provincias argentinas colocaron en el exterior U$S 5.000 millones. El país consiguió U$S 26.700 millones, en apenas 180 días de gobierno, y revirtió una mala reputación en los mercados.

3) Los bonos en dólares argentinos rinden menos que los de muchos países latinoamericanos. El Bonar 2017, rinde el 4% anual, y el Bono con descuento con vencimiento en el año 2033 rinde el 7% anual. Inimaginable hace 6 meses atrás.

4) La tasa en pesos inició un recorrido bajista, del 38% anual que rendían las Lebac, hoy rinden el 33,25% anual, y todo haría indicar que la tasa bajaría a niveles del 28% anual.

5) Solo las acciones han quedado retrasadas en este escenario económico, pero pronto darán un giro alcista que no olvidarán.

Los mercados tienen su propio ciclo, primero suben los bonos en dólares, y hacen que el riesgo país caiga considerablemente. Posteriormente baja la tasa en pesos, y más tarde suben las acciones líderes, y cuando llegan a un techo, sube el panel general de las acciones (las de menor volumen)

Hoy no es conveniente comprar dólares, la fuerte suba en los precios de la soja, el trigo y el maíz, harán que ingresen muchos dólares al país. Por otro lado, Argentina tiene un déficit fiscal estructural.

El tesoro nacional, tiene un déficit fiscal de $ 360.000 millones, el Banco Central un déficit de $ 160.000 millones, el Anses un déficit de $ 40.000 millones, y las provincias apuntan a un déficit de 70.000 millones. En total suman $ 640.000 millones y esta cifra equivale un total de U$S 42.600 millones, o su equivalente del 9,5% del PBI.

Para corregir la apreciación cambiaria, el gobierno debería dejar de tomar deuda en dólares, y equilibrar el déficit fiscal de nación y provincia, más Banco Central y Anses.

Conclusiones

- El gobierno está lejos de poder corregir los desequilibrios fiscales. Debería subir ingresos o bajar gastos, ambos caminos llevan consigo a un gran desgaste político, difícil de afrontar, por un gobierno que ni siquiera tiene mayoría en las cámaras legislativas.

- Si financia el déficit tomando pesos en el mercado, elevaría considerablemente la tasa de interés. Si emite pesos para financiar el déficit, incurrirá en una mayor inflación.

- Si toma deuda pública en dólares, al cambiar los dólares por pesos para financiar las cuentas públicas, estaría apreciando el tipo de cambio.

- La fuerte suba de la soja, y el blanqueo, aportarán más dólares a un mercado que demanda pesos. Una vez más el gobierno queda preso de la enfermedad holandesa, su economía ve ingresar una gran cantidad de dólares, que aprecian el tipo de cambio, y pone en riesgo la competitividad de otros bienes y servicios que produce esta economía.

Una economía no apta para cardiacos, hace 180 días atrás faltaban dólares, hoy faltan pesos. Hace un mes y medio atrás, había que vender la soja porque sobraba, hoy falta en todo el mundo. Lo mismo ocurría con el maíz y el trigo. La crisis climática en Argentina, precedida por la amenaza de un evento niña de cara a la próxima cosecha americana y sudamericana, podrían dejar un escenario de escasez de materias primas agrícolas, con un escenario de precios, muy difícil de pronosticar.

El dólar dejó de ser una opción, tal vez los inversores no vendan dólares que tienen acopiados. En Argentina se estiman entre U$S 45.000 y U$S 65.000 millones en efectivo en el colchón. Sin embargo, los ahorros nuevos no buscarán dólares, irán a comprar bienes como refugio de lo que puede venir.

Para finalizar un dato de color, para ejemplificar lo que decimos de la enfermedad holandesa.

Una pizza en Mónaco, es más barata que en una pizza en Rosario. Increíble, pero real. Ni hablar de los tomates en España. En la calle, no pasa naranja. (Aunque no lo crean, esto último fue una discusión entre un prestigioso economista, y el vicepresidente del Banco Central, con nuestra versión libre de los acontecimientos).

En informes privados, bonos y acciones, perspectivas de lo que viene.

Salvador Di Stefano. Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo. Publicado en www.salvadordistefano.com.ar

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