“La importancia de los clubes como espacios de formación para los niños, niñas y adolescentes es indiscutible”, subrayó. En este caso el Club Amistad y Progreso cuenta con más de 40 años desarrollando en la parte oeste de barrio Rucci. Allí asisten más de 200 chicos.
La institución se instaló en terrenos que estaban deshabitados y descuidados y “a lo largo de casi medio siglo los fueron transformando mediante el esfuerzo y trabajo conjunto de las familias que asisten día a día a las prácticas que allí se desarrollan”. A pesar de ello en diciembre de 2018 una empresa inmobiliaria inició un juicio de desalojo alegando la titularidad del predio en cuestión. Desde ese momento el conflicto fue escalando y el club corre peligro de ser desalojado.
El legislador planteó que “sería importante que las diversas partes involucradas en el conflicto puedan encontrar un espacio de conciliación y de diseño de acciones en común que permitan lograr una solución conjunta al problema”. Los casi 200 chicos que allí desarrollan su práctica deportiva y todo un barrio están atentos a esta situación, por la importancia del club en el lugar.
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