Los especialistas recomiendan que los recuperados se hagan estudios para descartar inconvenientes.
“Todo surgió a partir de demandas de la ART que evalúan a los pacientes que tienen que volver a trabajar y empezaron a ver que los pacientes no se sentían bien, que habían cumplido el período de aislamiento y sin embargo manifestaban distintos tipos de síntomas”, explicó en A Diario (Radio 2), el infectólogo Marcelo Leguizamón, a cargo del consultorio que funciona en el CEMAR desde hace un mes.
Según el especialista, cuando comenzaron a evaluar a los pacientes, se encontraron con muchas sorpresas, incluso en pacientes jóvenes. “Encontramos distintos tipos de patologías, algunas complicaciones severas como trombosis, coágulos que se forman en arterias o venas”, indicó Leguizamón
“Pero hay otras que condicionan el mediano y largo plazo por ejemplo los cuadros pulmonares, hemos encontrado neumonías en personas que habían cursado la enfermedad de manera asintomática, es decir que no habían tenido ni fiebre, al momento del alta manifestaban un cansancio, les hicimos estudios y tenían neumonía que no había sido detectadas y por pruebas se vio que tenían capacidad restrictiva, es decir pacientes que habían quedado con un cierto grado de fibrosis pulmonar”, advirtió el médico infectólogo.
Si bien Leguizamón aclaró que más del 80% de las personas que padecen la enfermedad no quedan con secuelas, hay un 15% que si las tiene por más de que no hayan presentado síntomas, incluso gente jóven. “Es importante hacer los controles pertinentes para saber en qué grupo está cada uno”, sostuvo.
Con respecto a los controles que deberían realizarse quienes reciben el alta epidemiológica, el infectólogo recomendó que como mínimo se hagan un estudio de laboratorio y una radiografía. “Esas son las pruebas básicas para empezar a ver si hacen falta otro tipo de estudios”.
Fuente: rosario3.com
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