El prestamista de Ășnica instancia

Por Salvador Di Stefano.  
Argentina solo podrĂ­a financiarse vĂ­a la emisiĂłn del Banco Central. No hay posibilidad de colocar deuda nueva. MĂĄs emisiĂłn monetaria trae consecuencias no deseadas.

El gobierno encontrĂł un lĂ­mite en la colocaciĂłn de deuda en el exterior. El juzgado de Thomas Griesa tiene en su despacho una deuda incumplida por el paĂ­s, que debe resolverse. A esto se le suman los intereses impagos de los bonos bajo ley New York. En este caso Argentina pagĂł, pero el juzgado tiene los fondos congelados, hasta tanto no cumpla el fallo de la justicia americana, y acuerde con los bonistas en litigio.

Decirle al mediador entre los bonistas en litigio (conocidos popularmente como fondos buitres) y Argentina, Daniel Pollack, “si se saca el saco se le ven las plumitas”, no deja de ser simpĂĄtico y ocurrente. Sin embargo, en boca de un ministro de economĂ­a que no paga fallos internacionales, nos puede traer consecuencias muy negativas.

Luego de la descarga verbal del ministro, el juez en la causa comenzĂł una persecuciĂłn sobre los bancos que podrĂ­an ayudar a nuestro paĂ­s a emitir deuda. Esto hizo que se derrumbarĂĄn las expectativas de llegada de fondos frescos, no obstante, se siguen explorando otras alternativas.

Argentina tiene este año fuertes vencimientos de deuda. No es imposible pagarlos, como tampoco emitir un bono en el åmbito interno, o pagar con un bono dichos vencimientos. Sin embargo, un problema mayor, es el recurrente déficit fiscal que tiene el Estado, y que requiere financiamiento de corto plazo.

El Banco Central vĂ­a emisiĂłn monetaria, es el Ășnico financiador a la vista del estado argentino. Como estĂĄ en la Ăłrbita polĂ­tica del Estado, es seguro que terminarĂĄ acercando los fondos necesarios, todos los fines de mes. Sin embargo, todo tiene un lĂ­mite y consecuencias que no se pueden evitar.

En la actual coyuntura, el gobierno requiere pesos del Banco Central. Durante el año 2014, esos pesos emitidos se quedaban en el mercado. La mayor cantidad de moneda hacía que los agentes económicos se sacaran råpidamente esos pesos de encima, y el dinero aumentaba la velocidad de circulación. La consecuencia lógica, era un aumento general de precios en la economía, y un incremento notable, en la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue.

Con estos resultados, el Banco Central, decidió emitir, y al mismo tiempo absorber los pesos emitidos. Mediante la colocación de letras y notas, sacó esos pesos de mercado, pagando una tasa del 29% anual. Con semejante tasas de interés, y menos pesos en la calle, la economía comienza un camino de desaceleración económica. Los efectos se sienten a través de una desaceleración de la inflación, y una mayor oferta de dólar blue en el mercado.

En los Ășltimos meses, el Banco Central acelerĂł la absorciĂłn de pesos en la economĂ­a. Ahora saca mĂĄs pesos de los que absorbiĂł, y de esta forma profundiza el escenario recesivo. Esto implicarĂĄ menos ingresos fiscales, y mĂĄs dĂ©ficit fiscal, ya que el gasto lejos de bajar, sube mes a mes.

A fines de febrero la deuda del Banco Central rondarĂ­a los $ 300.000 millones, a una tasa del 29% anual no deberĂ­amos descartar que a fin del mandato de Cristina FernĂĄndez de Kirchner, este endeudamiento se ubique en torno de los $ 450.000 millones.

Para que la economĂ­a no sufra una nueva recesiĂłn, deberĂ­an ingresar reservas por el equivalente a U$S 10.000 millones, algo muy difĂ­cil en el actual escenario econĂłmico.

Si el Banco central decide seguir adelante con este endeudamiento, en algĂșn momento deberĂĄ convalidar tasas de interĂ©s en suba, lo cual impactarĂĄ en la actividad econĂłmica. Con esta polĂ­tica, lo Ășnico que estĂĄ asegurado es una muy dura recesiĂłn.

Si el Banco Central deja de absorber los pesos y los libera al mercado, la consecuencia serĂ­a mĂĄs inflaciĂłn y suba del dĂłlar blue.

Los tres escenarios posibles son: fuerte recesiĂłn (mayor absorciĂłn de pesos), estancamiento (absorbe igual cantidad de pesos que los que emite), estancamiento con inflaciĂłn (si deja los pesos en el mercado).

Solo una inyecciĂłn de dĂłlares del exterior nos sacarĂ­a de la pachorra econĂłmica en la que nos encontramos.

En materia de activos financieros y fĂ­sicos, todos suben ante la posibilidad del cambio del ciclo econĂłmico. A esto se le llama, “el que viene financia al que se retira”. Mientras el mercado se convenza que el gobierno no puede ganar las prĂłximas elecciones, resulta altamente probable que sigan ingresando capitales a tomar posiciĂłn.

ConclusiĂłn

Vivimos una economĂ­a dual, en la coyuntura una gran desaceleraciĂłn econĂłmica, inflaciĂłn y altas chances de una devaluaciĂłn del dĂłlar oficial y el blue. Mirando el largo plazo, los que tienen excedentes econĂłmicos tendrĂĄn fuertes utilidades invirtiendo en activos fĂ­sicos y financieros. Cuanto mĂĄs cerca de las elecciones lleguemos, mĂĄs subirĂĄn estos activos, la ventana de tiempo comienza a acortarse, y los inversores tendrĂĄn que decidir si seguir lĂ­quidos o toman posiciĂłn en la economĂ­a real. No mire la coyuntura, ni la televisiĂłn, se va a confundir.

Salvador Di Stefano. Asesor en Negocios, EconĂłmico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la regiĂłn; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo. Publicado en www.salvadordistefano.com.ar

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