Cambio justo

Por Lucas Arcidiacono

Llegar a la parada de colectivo con el tiempo contado, en ocasiones no supone un problema mayor, siempre y cuando lleguemos antes de la hora estipulada del arribo de la unidad, no obstante, el viajar en Interbus, es un placer, que no siempre suele suceder.

Interbus SRL es una empresa de transporte interurbano de pasajeros, ubicada en Ruta 18, Kilometro 3,5 de la localidad de Alvear, Santa fe. Dicha empresa, desde el año 2005 monopoliza el servicio de transporte público de pasajeros, realizando el trayecto que comprende Acebal-Rosario, teniendo diferentes paradas intermedias en las localidades asentadas sobre la ruta 18, a las que la empresa ajusta la tarifa dependiendo de la distancia que exista entre el arribo del usuario y el punto a descender de la unidad.

Entre las diferentes modalidades para abonar el boleto, los usuarios sortean 3 tipos: Abono mensual, que permite al usuario que viaja todos los días del mes, un descuento mínimo; tarjeta magnética y dinero en efectivo. Siendo estas últimas dos, padecimiento constante de las personas que utilizan el servicio habitualmente.

La tarjeta magnética, puede ser adquirida en la sede de la empresa, no teniendo así una oficina con boca de expendio de dicha tarjeta y con posibilidad de recargarla en la localidad de Acebal, trámite que hace de la adquisición de la exótica tarjeta, algo engorroso, aventurero, digno de la saga de Indiana Jones. La misma, permite a los usuarios una carga máxima de $200, pudiendo recargarla solamente en la máquina ubicada a la derecha del chofer de cada unidad.

Una vez arriba del colectivo, comienza la verdadera aventura, más aún, si damos cuenta de que no poseemos el “cambio justo “para abonar el pasaje y debemos pagar con un billete de mayor denominación de la exigida. Es ahí donde la aventura se vuelve más interesante aún. Osar a que, con la misma exigencia empresarial, el usuario reclame “vuelto justo” significaría, en el mejor de los casos, viajar parado, con la mano estirada y abierta hacia el chofer, esperando el dinero de vuelta durante una hora de viaje. Salvando ironías, sería, en el peor de los casos, obligarte a descender por negarte a el ultraje en primera persona, quedando prácticamente a merced de permanecer taciturno mientras el sentimiento de ser estafado se reconforta por haber conseguido un asiento libre.

Hace varios años, la empresa de transporte implementó la política de “Cambio Justo” con un letrero en el frente de las unidades, para advertir a los usuarios que abonaran el boleto del servicio en efectivo, lo hicieran con el dinero justo, con la justificación de que los choferes no tendrían el dinero a la vista por motivos de seguridad, depositándolo así, en una caja sellada.

A los sucesivos reclamos de usuarios por malas condiciones en las unidades, malos tratos de los choferes, hacinamiento en los viajes, que incumplen el artículo 60 de la ley 2.499 de transporte colectivo de pasajeros que expresa que, “todo boleto dará derecho a un asiento; no permitiéndose en los ómnibus, micro- ómnibus y colectivos transportar más pasajeros que el correspondiente al número de asientos de los vehículos”; se sumaron los reclamos de usuarios expuestos a que el chofer retenga su cambio por abonar el boleto en efectivo o que arbitrariamente no acepte brindarle el servicio por no tener el dinero justo y tenga intenciones de obtener su vuelto.

Según expresa el artículo 9º bis de la ley de lealtad comercial “en todos aquellos casos en los que surgieran del monto total a pagar diferencias menores a CINCO (5) centavos y fuera imposible la devolución del vuelto correspondiente, la diferencia será siempre a favor del consumidor. Es necesario destacar, que esta ley se remonta a 1983, y que por lo tanto, los valores esbozados en esta son inaplicables en la actualidad.

El 26 abril de 2018 el aumento de las tarifas en el transporte interurbano de pasajeros de la provincia de Santa Fe, no hizo excepción al boleto de Interbus. Dejando al pasaje Acebal-Rosario en $70, La Carolina- Acebal $44, Coronel Dominguez- Acebal $29, para repasar algunas de las tarifas recientemente ajustadas.

Durante los últimos años, el peso Argentino se ha devaluado de forma alarmante (y esto no es novedad), haciendo que sea cada vez más difícil conseguir cambio para usuarios que deban contar con veintinueve pesos a la hora de subir a una unidad, siendo una rareza la obtención de monedas, padeciendo la salida de circulación de los ya extintos billetes de dos pesos.

¿Si la empresa no devuelve al usuario el dinero sobrante, donde va el “vuelto justo” que retienen los choferes de la empresa?

Ante la no devolución del vuelto, por ejemplo, un pasajero que viaja desde Acebal hacia La Carolina abona con $50 y regala $6 de su vuelto a la empresa. Si a su vez se multiplicaría esta suma por la cantidad de viajes mensuales y un porcentaje de usuarios habituales, daría como resultado una jugosa cantidad de dinero extra de recaudación, ganancia opulenta por un servicio que Interbus jamás prestó y que el usuario nunca adquirió.



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